24 consejos para viajar con niños
Cómo facilitar los vuelos y los viajes por carretera a niños con autismo, ansiedad y otros desafíos.
Expertos clínicos: Dra. Margaret Dyson , Cynthia Martin, PsyD
in EnglishLo que aprenderá
- ¿Cómo pueden las familias ayudar a los niños con necesidades especiales a prepararse para un viaje en avión?
- ¿Qué se puede hacer para que los viajes por carretera sean más fáciles para los niños con necesidades especiales?
- ¿Cómo hacer que la estadía en un hotel funcione para niños con necesidades especiales?
Según una encuesta reciente, casi uno de cada dos estadounidenses tiene planeado hacer un viaje en esta temporada. La industria turística se ha esforzado por hacer que la experiencia de viajar sea menos desafiante para las familias con niños que tienen ansiedad, autismo, problemas sensoriales u otras necesidades especiales. El Child Mind Institute consultó a sus propios expertos, así como a profesionales del sector turístico y familias que viajan con frecuencia para crear esta guía que lo ayudará a tener una buena experiencia en los vuelos o viajes por carretera que realice durante estas vacaciones y a lo largo del año.
Preparativos para volar
Investigue las opciones de aeropuertos. Más de 15 aeropuertos en Estados Unidos, incluyendo los de Atlanta, Miami y Seattle, tienen salas sensoriales o silenciosas, para que las familias puedan refugiarse ahí en lugar de estar en la sala de abordaje o en una sala de espera abarrotada. Algunas salas tienen sillones blandos o pufs, música relajante y luces tenues, mientras que otras ofrecen una experiencia más táctil e incluso incluyen la maqueta de un avión en miniatura para que los niños puedan explorar. Antes de reservar un vuelo, consulte el sitio web de los aeropuertos cercanos, así como los de su lugar de destino, para ver si disponen de una sala sensorial. Confirme también dónde está ubicada la sala dentro de la terminal. Aunque las salas sensoriales están abiertas a todos los viajeros, podrían estar ubicadas en una sala de embarque que utiliza principalmente una determinada aerolínea. En ese caso, tal vez prefiera reservar con esa aerolínea.
Trate de evitar las escalas. Los vuelos directos reducen la posibilidad de retrasos y cancelaciones y minimizan el número de transiciones que tendrá que experimentar su hijo, explica Margaret Dyson, PhD, psicóloga del Centro para el autismo del Child Mind Institute. También recomienda evitar vuelos que despeguen después de la hora de dormir de su hijo. En los principales sitios de reservas de viajes es sencillo filtrar los resultados según el número de escalas y las horas de salida. Si usted no puede evitar un vuelo con escalas, asegúrese de explicarle a su hijo con anticipación que tendrán que tomar dos aviones como parte de su aventura.
Haga un ensayo. Los aeropuertos de Atlanta, Minneapolis-St. Paul y Kansas City ofrecen a los viajeros la oportunidad de programar una cita para familiarizarse con la experiencia. En Atlanta y Minneapolis-St. Paul, voluntarios de Delta guían a las familias a través de los procedimientos de seguridad del sistema de seguridad aeroportuario (TSA, por sus siglas en inglés), exploran la terminal y abordan un avión. A principios de este año, el recientemente remodelado aeropuerto de Kansas City abrió una “sala de experiencia de vuelo” dentro de un avión retirado, para que los futuros pasajeros puedan practicar abrocharse los cinturones de seguridad, poner el equipaje en los compartimentos superiores y abrir la puerta del baño. Además, el programa Arc Wings for Autism/Wings for All organiza docenas de eventos a lo largo del año en diferentes aeropuertos: en thearc.org puede ver si hay alguno cerca de usted.
Practique en casa. Si no puede llevar a su hijo a una experiencia de familiarización, le puede mostrar un video para que “vea y escuche cómo podría ser esta nueva experiencia”, dice Kayla Castro, una maestra de educación especial y agente de viajes especializada en viajes para familias con necesidades especiales. Esta estrategia ha ayudado a su hijo adolescente, que tiene autismo, a conocer de forma anticipada los aeropuertos y las atracciones que planea visitar en vacaciones. La Federal Aviation Administration tiene un buen video en su canal de YouTube que se llama “Kid’s First Flight” (en inglés, con opción de subtítulos en español). También puede ser útil leerles libros infantiles como Bearplane (para niños de 2 a 5 años) y Emma Every Day: First Flight (para niños de 5 a 7 años). También, las organizaciones JetBlue y Autism Speaks se asociaron para hacer una guía de viaje descargable (en inglés) que lleva a los niños a través de cada paso del proceso en el aeropuerto. Imprímala y llévela consigo, o haga su propia lista visual de “tareas” en las que su hijo se podría enfocar cuando llegue al aeropuerto, como conseguir una bandeja al pasar por seguridad o caminar por el detector de metales. De este modo, los niños “saben qué esperar y pueden dirigir su energía de manera independiente”, dice Cynthia Martin, PsyD, psicóloga clínica y directora sénior del Centro para el autismo del Child Mind Institute.
Inscríbase al programa “el collar de girasol”. Más de 230 aeropuertos en el mundo han capacitado a su personal para que puedan reconocer que las personas que llevan puesto este collar tienen una discapacidad oculta o invisible. Para obtener más información sobre cómo comprar uno de estos collares de bajo costo y qué aeropuertos de Estados Unidos participan en el programa, visite hdsunflower.com (en inglés, con la opción de leerlo en español al cambiar de país).
Informe a su aerolínea. Si desea abordar en primer lugar con un niño que tiene necesidades especiales, es mejor notificar a la aerolínea con tiempo en lugar de hacer la solicitud en la puerta de abordaje. Si no lo hizo al momento de realizar la reservación, vaya al sitio web de su aerolínea para averiguar cómo agregarlo a su reserva. En general, los niños con necesidades especiales se sienten más cómodos en un asiento junto a la ventana o en medio, en lugar del asiento junto al pasillo, donde otros pasajeros o el carrito de los alimentos podrían chocar accidentalmente con ellos. Si piensa que su hijo podría tener una mejor experiencia al abordar en último lugar, informe al personal de la puerta de abordaje y, de ser posible, haga que alguien más que viaje con ustedes aborde antes, para asegurar el espacio en los compartimentos superiores.
Simplifique la fila de seguridad. Descargue la app MyTSA en su teléfono. Allí podrá verificar los tiempos de espera actuales y promedio para pasar por la fila de seguridad. Esto le puede dar una idea de qué días y horarios son los más y los menos concurridos en su aeropuerto. Independientemente de eso, los expertos en viajes recomiendan que las familias se inscriban en TSA PreCheck. El 99 por ciento de los pasajeros de TSA PreCheck esperan menos de 10 minutos. Si los adultos están inscritos en TSA PreCheck, sus hijos menores de 17 años se pueden formar con ellos en la fila. Visite TSA.gov/precheck para averiguar cómo inscribirse. Cada inscripción nueva cuesta 78 dólares por adulto, con una duración de 5 años, pero tenga en cuenta que algunas tarjetas de crédito generan un cargo para ayudar a compensar el costo. TSA señala que la mayoría de las solicitudes se procesan entre 3 a 5 días. Tenga o no TSA PreCheck, usted puede llamar a la línea de ayuda TSA Cares al 855-787-2227 aproximadamente 72 horas antes de su vuelo y solicitar asistencia especial para pasar por seguridad.
Sea estratégico con el equipaje. Haga que cada niño lleve una pequeña mochila como artículo personal. Tal vez quiera incluir algunos juguetes anti estrés, artículos creativos fáciles de guardar, como las varillas de cera Wikki Stix y los libros de calcomanías o pegatinas, así como algunos alimentos para picar. Además, considere destinar una de las mochilas de los adultos para los dispositivos electrónicos, los medicamentos y una muda de ropa para cada quien. Documente la mayor parte o todo el equipaje restante y coloque un dispositivo buscador-localizador como Airtag o SmartTag dentro de cada maleta, para encontrar con mayor facilidad equipaje extraviado.
Considere el tamaño del aeropuerto. Mientras que los aeropuertos regionales no requieren caminar tanto, los de las principales ciudades tienen una distancia considerable desde la entrada principal hasta las puertas de abordaje. Si caminar distancias largas es difícil para su hijo, considere llevar coche para niños de tijera, que pueda documentar sin costo en la puerta de abordaje. O puede utilizar maletas infantiles que permitan sentarse o desplazarse, como una maleta para montar o con patineta plegable incluida, recomienda la Dra. Martin.
Prepárese para retrasos y cancelaciones. Según FlightAware y el Bureau of Transportation Statistics, el 23 de diciembre de 2022, se cancelaron casi 1 de cada 5 vuelos en los 20 principales aeropuertos de Estados Unidos. Antes de volar, piense en qué opciones tiene si sus vuelos no despegan conforme a lo planeado. Investigue si los hoteles en el propio aeropuerto o sus alrededores ofrecen habitaciones “para uso diurno”, lo que podría ser útil si se enfrenta a un retraso de varias horas o más. Y asegúrese de descargar la app de la aerolínea por la cual viajará: suele ser la forma más rápida de volver a reservar un vuelo cancelado.
Preparativos para un viaje por carretera
Busque parques inclusivos. Identifique los parques que están cerca de su ruta. Si su hijo comienza a inquietarse en el automóvil, una parada de media hora en un parque podría evitar una crisis importante. Para buscar parques inclusivos por estado, vaya a http://www.accessibleplayground.net (en inglés).
Recargue sus baterías portátiles. La mayoría de los vehículos tienen sólo un puerto de carga, y parece que siempre todos los pasajeros se quedan sin batería al mismo tiempo. Para evitar las negociaciones sobre quién puede usar el cargador, tenga a la mano algunas baterías portátiles para repartir cuando sea necesario.
Investigue las atracciones por las que pasarán en el camino. Si cuentan con una membresía familiar del museo infantil, zoológico o acuario de su localidad, es posible que pueda visitar otros de forma gratuita o a una tarifa significativamente más baja, a través de un programa de reciprocidad. Haga una lista de lo que podría estar abierto para hacer una parada, de manera que tenga opciones preparadas en caso de que el tráfico se complique o su hijo se desespere.
Mantener a los niños felices durante el viaje
Explore el aeropuerto. Si su aeropuerto no tiene una sala sensorial, tal vez tenga un área de juegos para niños o algunas otras curiosidades divertidas. Por ejemplo, en el aeropuerto de Houston, hay una enorme estatua de una vaca vestida como astronauta. Cuando estén listos para instalarse a esperar el abordaje, busque una sala de abordaje cercana que esté relativamente vacía. “Quédese ahí tanto tiempo como sea posible para que su hijo pueda correr. Lleve una pelota de playa consigo: se puede inflar y desinflar fácilmente y ofrece un juego que estimula la motricidad gruesa”, sugiere la Dra. Martin.
Juegue a lo que le interese a su hijo. Por ejemplo, si a su hijo le encantan los mapas, imprima un mapa del aeropuerto con anticipación y permita que el niño le diga hacia dónde ir. O puede usar el mapa como una distracción mientras esperan en una fila larga. Cuando estén en la fila para documentar el equipaje usted le podría decir: “Ayúdame a encontrar dónde está el tren que nos lleva a nuestra terminal”.
Traiga su propio asiento. Si su hijo pesa menos de 40 libras, traiga un asiento de automóvil aprobado por la FAA para que lo use en el avión. “La familiaridad de estar en un asiento de automóvil puede hacer que el vuelo sea menos estresante y será más fácil para su hijo permanecer sentado”, afirma la Dra. Martin.
Utilice baños familiares. Muchos aeropuertos y áreas de descanso tienen baños familiares que ofrecen más espacio. Sin embargo, pueden tener inodoros automáticos y secadores de manos ruidosos que podrían molestar a un niño con problemas sensoriales. “Cuando sea posible, lleve notas adhesivas que se puedan colocar sobre los sensores de los inodoros y toallitas húmedas o servilletas de papel para secarse las manos”, aconseja la Dra. Dyson.
Sea flexible con las reglas sobre tiempo de pantallas. “Cuando viajamos, renunciamos a las reglas sobre los dispositivos”, afirma Phillipa Martin, quien vuela varias veces al año con su hija de 7 años que tiene autismo. Carrie McLaren hace lo mismo con su hija con necesidades especiales durante los viajes por carretera. “Puede ver películas en el iPad todo el tiempo que estemos en el auto y, cuando llegamos a nuestro destino, guardo el dispositivo”, explica McLaren, quien escribe sobre experiencias vacacionales en familia en carrieontravel.com. La Dra. Martin sugiere crear un conjunto de apps y videos para utilizar únicamente durante el viaje. “Así, su hijo estará esperando salir de viaje, porque tendrá acceso a una serie de juegos y videos especiales”, dice. Otra opción: escuchar un audiolibro es una manera divertida y discretamente educativa de mantener a los niños entretenidos, especialmente si se trata de una historia que se desenvuelva en el lugar al que se dirigen.
Ayude a los niños a quedarse dormidos. ¡Nada mejor que una siesta para que el tiempo pase más rápido! Intente recrear tanto como sea posible la rutina previa a la siesta que siguen en casa, incluso si eso significa ponerse pijama, llevar su frazada o antifaz consentidos o acurrucarse con ellos hasta que se queden dormidos. O todas las anteriores.
Traiga su comida favorita. “Mi hija es muy especial con lo que come, así que es más fácil llevar su comida”, dice Martin. Si bien usted tiene más flexibilidad en un viaje por carretera en el que podría llevar una hielera, para los viajes en avión usted podría preparar una bolsa con una variedad de alimentos para picar, porque las aerolíneas tienen opciones limitadas y las filas en los aeropuertos suelen ser largas. Además, los niños hambrientos (y también los padres) a menudo se ponen de mal humor.
Elegir hotel y hospedarse
Encuentre hoteles en los que el personal esté capacitado en necesidades especiales. Cada vez más hoteles y complejos vacacionales se han convertido en Centros certificados en autismo. Para recibir esta certificación, al menos 80 por ciento de su personal de atención al público en el hotel o complejo vacacional debe haber recibido capacitación en autismo y problemas sensoriales por parte de Board of Credentialing and Continuing Education Standards. Usted puede buscar complejos que sean miembros en autismtravel.com (en inglés).
Dele prioridad a una cocineta. Si su hijo tiene una dieta limitada, busque un hotel que tenga un microondas y un refrigerador en la habitación. “Los minibares no enfrían tanto como los mini refrigeradores, por lo que podría ser difícil mantener sus bebidas de yogur o el queso en buen estado”, advierte Martin. Si no hay mini refrigeradores disponibles en las opciones regulares, usted puede llamar directamente al hotel para ver si puede solicitarlo. Mejor aún, reserve una habitación que tenga una cocineta y una mesa con sillas para que no tenga que hacer todas las comidas fuera.
Elija una puerta que no necesite llaves. Poder llegar directo a la habitación y evitar la fila de la recepción es una opción que ofrecen cada vez más hoteles, incluyendo cadenas como el Hilton o el Accor. Aproveche las ventajas de la tecnología y ahorre a su familia un tiempo de espera adicional.
Empaque algo que le recuerde a su hogar. Ya que los niños con necesidades especiales aman las rutinas y las cosas familiares, considere traer un aromatizante que utilicen en casa, sus propia almohadas y un cuento para dormir que les encante, para ayudarlos a relajarse.