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¿Qué es el trastorno de apego reactivo?

Los niños con trastorno de apego reactivo (RAD, por sus siglas en inglés) no forman el vínculo estrecho que se desarrolla normalmente entre un niño y sus cuidadores. Los niños con trastorno de apego reactivo parecen tristes, temerosos o irritables y les cuesta interactuar con los demás. Cuando están enojados, los intentos de los adultos por hacerlos sentir mejor no los consuelan. El trastorno de apego reactivo puede presentarse en niños pequeños que han sido extremadamente descuidados o maltratados.

El trastorno de apego reactivo no es común. Solo se diagnostica en niños que tienen entre nueve meses y cinco años.

¿Cuáles son los síntomas del trastorno de apego reactivo?

Las señales de que un niño puede tener un trastorno de apego reactivo incluyen:

  • No sonreír
  • Estar irritable sin motivo
  • Parecer triste y temeroso, especialmente cuando está cerca de sus cuidadores
  • No sentirse mejor cuando un adulto intenta consolarlo
  • Calmarse más fácilmente cuando lo dejan solo
  • No mostrar interés o mirar a otras personas a su alrededor
  • No reaccionar cuando un adulto lo recoge
  • No reírse ni jugar juegos interactivos como ¿dónde está el bebé? (conocido también como cucú o, en inglés como peek-a-boo).

¿Cómo se diagnostica el trastorno de apego reactivo?

Los niños reciben un diagnóstico de trastorno de apego reactivo únicamente cuando tienen entre nueve meses y cinco años de edad. El médico se asegurará de que el niño no tenga autismo antes de diagnosticar el trastorno de apego reactivo, ya que ambos trastornos tienen algunos síntomas similares.

Para ser diagnosticado, el niño debe parecer triste o temeroso y no responder cuando su cuidador intenta hacerlo sentir mejor. El niño también debe haber experimentado abuso o negligencia graves, o múltiples cambios de cuidadores a edad temprana.

Es importante tener en cuenta que no todos los niños que sufren maltrato o abandono desarrollan el trastorno de apego reactivo.

¿Cómo se trata el trastorno de apego reactivo?

Debido a que los niños con RAD son tan pequeños, la terapia involucra tanto al niño como a los padres o cuidadores principales. Por lo general, se combinan varias terapias diferentes, entre las que se incluyen:

  • Psicoterapia individual para el niño y a veces también para los padres
  • Terapia familiar para el niño, hermanos y padres
  • Capacitación para padres para enseñarles cómo ayudar a su hijo a vincularse con ellos

Los servicios de educación especial también pueden ayudar a los niños con RAD.

Riesgo de otros trastornos

Los niños pequeños que han sido abandonados o maltratados también pueden tener retrasos en el desarrollo y en su crecimiento físico. Los niños mayores pueden correr el riesgo de desarrollar trastornos alimentarios, problemas de ira, depresión, ansiedad, problemas en la escuela y abuso de drogas y alcohol.

La última revisión de este guía se realizó el 21 de marzo de 2023.