Preguntas para el médico que le prescribe los medicamentos a tu hijo

Muchos niños que tienen problemas de salud mental se podrían beneficiar con un tratamiento que incluya medicación, por lo general, en combinación con terapia. Pero requiere tiempo encontrar el medicamento y la dosis adecuados, y los efectos secundarios a veces pueden representar un problema. Por eso, los niños que toman medicamentos deben ser supervisados cuidadosa y constantemente por un médico.

Es importante encontrar a un médico o psiquiatra que tenga experiencia en el uso de los medicamentos que se utilizan para tratar el tipo de problemas que tiene tu hijo. La meta es encontrar a un proveedor que sea atento y esté bien informado, y con el que tanto tú como tu hijo se sientan cómodos de trabajar a largo plazo. Además, debería estar dispuesto a trabajar contigo hasta que la medicación muestre resultados positivos y supervisar a tu hijo a medida que cambia y crece.

Por encima de todo, querrás trabajar con profesionales que se comuniquen eficazmente contigo, que escuchen tus preocupaciones y respondan tus preguntas. Estas son algunas de las preguntas que cualquier persona que prescriba medicamentos a tu hijo debería poder responder:

• ¿Cuál es el nombre genérico de este medicamento y qué sabemos sobre cómo funciona el ingrediente químico activo?
• ¿Cuáles son los medicamentos alternativos y por qué eligió este?
• Si es eficaz, ¿qué cambios se verán en mi hijo? (por ejemplo: más calmado, más enfocado, menos nervioso, etc.)
• ¿Cómo determina cuál es la mejor dosis de este medicamento?
• ¿Cuánto tiempo tarda en hacer efecto?
• ¿Cuáles son los posibles efectos secundarios?
• ¿Cómo se mide la eficacia de la medicación?
• ¿Qué tipo de control realizará mientras mi hijo esté tomando la medicación?
• ¿Qué investigaciones se han hecho de esta medicación?
• ¿A cuántos pacientes ha tratado con esta medicación?
• ¿Durante cuánto tiempo tiene que seguir tomando esta medicación mi hijo?
• Si decidimos suspender la medicación, ¿con cuánta lentitud debemos hacerlo y cómo se controla el proceso de reducción?

Saber lo que no quieres de un médico puede ser tan importante como saber lo que sí quieres. Si el médico te propone un medicamento para tu hijo sin darte un diagnóstico claro, deberías buscar en otra parte. Probar medicamentos para ver si funcionan puede llevar a un tratamiento inadecuado e ineficaz. Las decisiones sobre la medicación deben basarse en el diagnóstico de tu hijo, y no al revés. Busca otro médico si el que están viendo dice algo como: “Si esto funciona, sabremos mejor cuál es el diagnóstico”.

Otra señal de posibles problemas es si tu hijo está batallando y el médico le prescribe un medicamento tras otro. Este método hace que sea fácil perder de vista lo que es efectivo y lo que no. Cuando los niños reciben medicamentos para aliviar los efectos secundarios de otros medicamentos, puede que sea el momento de pedir una segunda opinión.