Kit para que los niños con TDAH tengan un verano exitoso
No hay escuela pero los niños siguen necesitando estructura y apoyo para progresar durante el verano.
Experto clínico: Mandi Silverman, PsyD, MBA
in EnglishLas vacaciones de verano son una época del año muy emocionante, pero para los niños con TDAH (y sus padres) los días largos, las actividades nuevas y la falta de estructura pueden convertir la emoción en un desastre. Estas son algunas sugerencias para ayudar a los niños con TDAH (y a mamá y papá también) a tener unas vacaciones divertidas, seguras y relajantes.
No se deshagan del horario
Cuando termina la escuela y la temperatura aumenta, puede ser tentador deshacerse del horario y preparase para un verano sin mucho que hacer. “Pero es importante mantener cierta estructura”, dice la Dra. Mandi Silverman, psicóloga clínica del Child Mind Institute. Crear y mantener un horario de verano facilitará que los niños se mantengan organizados, los ayudará a manejar las transiciones sin perder la calma y hará que sea menos difícil apegarse a una rutina cuando llegue el momento de regresar a la escuela.
- Los campamentos de día o que incluyen pasar la noche son una forma de mantener a los niños ocupados, pero las clases de verano y los equipos deportivos también ayudan a mantener una cierta estructura en los días de vacaciones. Las bibliotecas locales, los centros comunitarios y los parques suelen ofrecer actividades gratuitas.
- Elijan una hora de acostarse y una hora de levantarse y sean consistentes. Un horario de sueño regular ayudará a los niños a relajarse al final del día y a que las mañanas sean menos apresuradas.
- Coman a horas regulares, incluso cuando vayan a hacer un picnic. Las comidas constantes (y los bocadillos saludables) evitarán las crisis por hambre y ayudarán a que incluso los días más flojos se sientan más estructurados.
- Si estás considerando darle a un niño que toma medicación para el TDAH unas vacaciones de medicamentos durante el verano, tómate un tiempo para sopesar las ventajas y desventajas. Ten en cuenta que el TDAH afecta más que únicamente el rendimiento en la escuela. También es importante seguir reglas en los deportes y llevarse bien con otros niños en el campamento.
- “Mantén un horario más o menos estructurado para las actividades familiares: lunes de películas, martes de parque, etc.”, dice la Dra. Silverman. De esta manera, toda la familia sabrá lo que sucederá, y cuándo, lo que facilita el manejo del tiempo y hace que las transiciones sean menos estresantes.
Establece objetivos de verano
Puedes aprovechar al máximo las vacaciones, al ayudar a que tu hijo establezca algunos objetivos específicos para el verano, así como a través de brindarle estímulos y premios por los pasos que vaya dando hacia la meta. Algunas ideas de objetivos de verano podrían ser:
- Trabajar en habilidades para las que no tiene tiempo durante el año escolar: aprender a usar la bicicleta sin rueditas, aprender a tocar una canción entera en la guitarra o leer todos los libros de El diario de Greg.
- Problemas de conducta en los que han estado trabajando: seguir las instrucciones la primera vez que se lo piden, no interrumpir a las personas cuando están hablando o poner sus zapatos en el mismo lugar todos los días.
Los niños con TDAH suelen tener dificultades con las gratificaciones tardías, así que un gran premio al final del verano podría no ser el mejor incentivo. En su lugar, ofréceles pequeños incentivos por el progreso a corto plazo, como ir a tomar un helado al final de la semana o una hora adicional de tiempo de pantalla. Luego, puedes planificar un gran regalo de fin de verano, como una salida en familia a algún lugar que ellos elijan, para premiarlos por haber cumplido sus metas.
“Recuerda, no importa qué objetivo elijan, el logro no consiste en ser perfectos, sino en esforzarse”, explica la Dra. Silverman. “Así que asegúrate de elogiar a tus hijos por sus esfuerzos y no sólo por el resultado final”.
Nada de sorpresas
El verano es una gran época para que los niños con TDAH prueben cosas nuevas: clases de natación, ir de campamento, viajes a la playa, todo lo que quieran. Pero las nuevas experiencias significan nuevos estímulos y nuevas reglas, y no hay mucho tiempo para adaptarse. Independientemente de lo que se propongan hacer, la preparación previa ayudará a tus hijos a tener mejores experiencias y más seguras.
- Para ayudar a los niños a prepararse para nuevas actividades, la Dra. Silverman sugiere que se sienten juntos y hablen sobre cómo será cada día. Por ejemplo, si tu hijo o hija empieza a tomar clases de natación, puedes decir: “Mañana por la mañana te dejaré en la piscina. Cuando llegues allí, irás al vestidor y te pondrás el traje de baño. Después de eso tu maestro te irá a buscar y te llevará a la piscina”. Ayudarlos a visualizar el día facilitará las transiciones, reducirá la ansiedad y les dará la oportunidad de hacer todas las preguntas que tengan que hacer.
- Presta especial atención a las transiciones potencialmente difíciles, y hagan juntos un plan detallado para manejarlas: “No vas a tener mucho tiempo entre el entrenamiento de básquetbol y que la mamá de Sofía te recoja para ir al cine. Es importante que salgas del entrenamiento (¡con todo tu equipo!) en cuanto termine, para que puedas comer sin prisas”.
- Repasen las reglas, especialmente las que tus hijos no están acostumbrados a escuchar, y las reglas necesarias para mantenerlos a salvo. Saber con antelación lo que se espera de ellos los ayudará a asimilar las nuevas reglas. De esta manera, si no están prestando atención cuando otros padres, consejeros o entrenadores las repasan, de todos modos sabrán qué hacer. Por ejemplo: “Es muy importante que recuerdes que no puedes subir al bote antes de que lo haga tu consejero. Si se voltea, te podrías lastimar”.
- Informa a los adultos responsables acerca de los aspectos en los que tu hijo o hija podría necesitar un poco de ayuda adicional y cómo manejas tú el comportamiento problemático en casa. De este modo, ellos también podrán prepararse.
Duplicados y recordatorios
Los niños con TDAH pueden ser propensos a perder cosas, especialmente artículos que no están acostumbrados a llevar consigo, como bloqueador solar, repelente o una toalla. Evita desastres haciendo que lleven duplicados de los artículos más importantes.
Si van a ir a la playa con amigos, ayúdalos a empacar dos tubos de protector solar y un sombrero en su bolso de playa. Para viajes más largos, como las vacaciones en familia, empaca duplicados de los artículos que son fáciles de olvidar al trasladarse de un lugar a otro, como trajes de baño, cepillos de dientes y lentes de sol.
Desafortunadamente, cuando los niños andan por su cuenta, sin importar cuántas provisiones tengan, se les olvida usarlas. Algunas formas de conseguir que se acuerden son las siguientes:
- Háblenlo antes de que se vayan y vincula la acción a la experiencia: “Muy bien, acordemos que cada vez que salgas del agua te pondrás protector solar”.
- Ajusten los recordatorios telefónicos. Asegúrate de que se repitan y de que el volumen esté lo suficientemente alto para que se oiga a pesar de los ruidos externos.
- Consigue ayuda de los adultos que estarán en el lugar, pero asegúrate de que tu hijo o hija no sienta que recibe un trato especial. Podría ser algo como: “A veces se le olvida ponerse repelente. ¡Apuesto a que no es el único! ¿Les podría recordar a todos los niños que se vuelvan a aplicar el repelente durante la caminata, por favor?”.
Permite que tus hijos tomen la iniciativa
Por último, recuerda que para los niños con TDAH la escuela puede ser una fuente importante de estrés y presión. Las vacaciones de verano tendrían que ser activas, pero también deberían ser un momento en el que tus hijos puedan relajarse y participar en actividades que los hagan sentirse competentes y felices. Por supuesto, esto no significa que esté bien que tu hijo o hija se sienten en el sofá a jugar videojuegos 24 horas al día, los 7 días de la semana, pero sí significa que deberían poder participar en la planificación de su verano.
- Por ejemplo: Inscribes a tu hija en el equipo local de básquetbol, pero después de la primera práctica te confiesa que realmente lo odia. Podrías decir: “Bueno, me alegro de que me lo hayas dicho. Yo quiero que tengas un verano divertido. Así que si no quieres jugar al básquetbol, ¿puedes pensar en otra actividad que te gustaría hacer en su lugar?”.
- Si tus hijos no están interesados en las opciones típicas, sugiéreles algunas no tan tradicionales. Hay muchas maneras de hacer ejercicio: esgrima, clases de hip-hop, ¡incluso Quidditch en vivo!
- Si tus hijos prefieren las actividades en el interior, la Dra. Silverman recomienda probar lo que se conoce como la estrategia “si, entonces”: “Si sales a jugar con tu hermano durante una hora, entonces puedes entrar y jugar a los videojuegos hasta la hora de la cena”.
- Anima a los niños a hacer sugerencias para las actividades familiares y pide su opinión cuando planifiquen las vacaciones.
Darles oportunidades a tus hijos tanto para alcanzar metas como para relajarse ayudará a todos a tener un mejor tiempo de descanso, y los ayudará a construir su autoestima y aprender habilidades que les podrán ser útiles cuando regresen a la escuela.